Scorsese y su gusto por el rock
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Scorsese y su gusto por el rock

Martin Scorsese es uno de los directores norteamericanos más importantes en la actualidad. Sus películas Shutter Island, (2010) La invención de Hugo, (2011) y El lobo de Wall Street, (2013) son muestra de su gran talento.

Pero además de ser un gran narrador de historias, Scorsese es un conocedor del rock, lo que lo ha llevado a realizar algunas películas sobre este tema. En esta ocasión quiero compartir con ustedes The Last Waltz, (1978) y Shine a Light, (2008). La primera es el concierto de despedida de una de las grandes bandas de rock: The Band y la otra es una presentación de The Rolling Stones en el 2006, cuando realizaban su extensa gira Bigger Bang.

Para muchos críticos The Last Waltz es la mejor película de rock que se ha hecho. Esto se debe no solo su valor como documento histórico, sino por su cualidades cinematográficas. El proyecto de esta película surgió como una petición de Robbie Robertson (guitarrista y vocalista de The Band) a su amigo Scorsese para que hiciera el registro del último concierto de su grupo en el que tocarían grandes músicos. Pero ese sencillo registro se fue transformando en una gran producción. Cuatro cámaras filmando en 35 mm, un escenografía especialmente diseñada para el Winterland de San Francisco, escenas filmadas en estudio como introducción y colofón y una entrevista a los miembros de The Band, son algunos de los elementos que enriquecieron esta película.

Cuando esta película se estrenó en México en 1979 fue un gran evento para los aficionados al rock, porque era la única forma en que podíamos ver a estas figuras de la música. Ver en la pantalla a Bob Dylan, Eric Clapton, Neil Young, Van Morrison, Ringo Star y muchos más, era un verdadero acontecimiento. Escuchar en directo las canciones clásicas de The Band acompañados de estos músicos resultaba una gran experiencia. Y en esto radica el valor de la película, que Scorsese transforma el concierto en un acercamiento íntimo al grupo, al intercalar con los números músicales una reveladora entrevista (realizada por el mismo Scorsese) con todos sus miembros. En ésta muestran lo que implica pertenecer a una grupo de Rock durante 16 años, las giras, la convivencia continua, las drogas, la fiesta y, por supuesto, las consecuencias de todo esto.

En la edición de DVD por el 25 aniversario del estreno incluye entrevistas con Scorsese y Robbie Robertson, en las que hablan del proceso de producción, las que resultan toda una cátedra sobre la forma en que se hace una obra de esta magnitud.

Shine a light es una película muy diferente desde su origen. Pensada como un registro de su gira Bigger Bang en la que tuvieron conciertos en grandes espacios, incluyendo la playa de Copacabana en Rio de Janeiro, donde asisitieron mas de un millón de personas. Scorsese les propuso algo totalmente diferente, un concierto en un lugar pequeño. Al director le pareció más importante captar a los músicos en un espacio donde la audiencia se sintiera cerca de ellos. La película fue filmada durante dos noches en el Beacon Theater de Nueva York, donde se realizaron dos conciertos de caridad como celebración de los 60 años de Bill Clinton. A diferencia de El Último Vals, aquí nos encontramos con un grupo de sexagenarios que se resisten a dejar de rodar y que se han convertido en celebridades que se codean con los famosos, ya sea de la política, de la realeza o del mundo de la farándula.

Los primeros minutos en los que se presenta la planeación de la película y el concierto y la recepción de los Clinton, son muy divertidos y significativos para la presentación de los protagonistas (bueno, del protagonista, Mick Jagger y su banda).

Para filmar el concierto, Scorsese propuso contratar como operadores de cámara a algunos de los mejores directores de fotografía, entre los que se encuentran Robert Richardson (El Aviador, JFK), Jon Toll (Corazón Valiente, Leyendas de Pasión), Emmanuel Lubezki (Children of Men, Y tu mamá también) y trece fotografos más de este calibre. El resultado es sorprendente, porque nos permiten estar practicamente en el escenario con los músicos, sin que ellos se percaten o se vean limitados en su actuación.

En lugar de enfatizar la gira en la que se encontraban, Scorsese incluye imágenes antiguas de la banda en las que se puede ver su evolución y sus transformaciones. Uno de los fragmentos más significativos es una entrevista a Jagger en los 70’s donde le preguntan si se ve haciendo lo que hace a los 60 años y contesta que si, como introducción a su siguiente canción en el concierto, donde ya tiene más de 60 años.

Entre los invitados que acompañan a los Stones se encuentran Christina Aguilera, Buddy Guy y Jack White, con quien interpretan Loving Cup (una de mis canciones favoritas de The Rolling Stones).

Esta no es la mejor película de un concierto de los Stones (para mi es Gimme Shelter) ni la mejor de Scorsese, pero es un extrodinario documental que muestra por qué el Rock and Roll no puede morir.

The Last Waltz (1978) Director: Martin Scorsese. Intérpretes: The Band, Bob Dylan, Neil Young, Eric Clapton.

Shine a light (2008) Director: Martin Scorsese. Intérpretes: The Rolling Stones, Jack White, Christina Aguilera.


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